BRASIL- EL PAÍS DE LAS TRAVESTIS

 El gigante americano es, desde hace años, uno de los países del mundo que más “exporta” este tipo de oferta sexual al exterior, sobre todo a Europa. Las ONG que trabajan con el colectivo LGTB (lesbianas, gays, travestis y bisexuales) alertan sobre la ausencia de datos, control y estudios sobre estos transexuales, lo que les hace más vulnerables todavía. Muchas travestis viven al margen de la sociedad, y marginadas,  con muy poco espíritu asociativo, por lo que escasean los grupos que las defiendan.  Este reportaje  de nuestra compañera Núria López Torres nos acerca más a su realidad.

Retrato de Valeria. Rio de Janeiro

FOTO  ©  Núria López Torres, miembro de GEA PHOTOWORDS

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Por Nuria López Torres, miembro de GEA PHOTOWORDS
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La mayoría de las travestis en Brasil se inician en la prostitución a una edad muy temprana, entre los 14 y 15 años, cuando todavía son niños. Salen de forma prematura del sistema escolar, y el rechazo familiar y social que padecen hace que entren en un complicado círculo de marginalidad. Se acercan a las travestis adultas para saber qué tienen que hacer para cambiar su aspecto, y fascinadas por un “glamour” falso, toman a estas como sus referentes y consejeras. Algunas de estas travestis son las conocidas “cafetiñas”.

Ellas son las que controlan gran parte del negocio de la prostitución en Brasil. Principalmente son travestis veteranas que regentan una o varias viviendas donde alojan a las que ejercen la prostitución en la calle, a las que cobran lo que se llama “una diaria”, una cantidad por día y habitación. Otras “cafetiñas ” no tienen una relación directa con el control de la prostitución, pero sí que viven de alguna forma de las chicas que se prostituyen en determinados barrios, donde ellas ofrecen techo y comida, incluso otros tipos de servicios que pueden necesitar.

Algunas viven del negocio de enviar “trans” al viejo continente. Ellas les facilitan el billete, los contactos y casas de trabajo en Europa. La “trans” genera una deuda con la “cafetiña”, que tiene que devolver haciendo, lo que se llama “plaza”: durante un tiempo recorre toda una serie de casas de trabajo con un promedio de 20 días en cada una de ellas.

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“Cafetiña” Luana, en la puerta de uno de los  pisos que dirige, en el barrio de Lapa. Rio de Janeiro

FOTO  ©  Núria López Torres, miembro de GEA PHOTOWORDS

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Para las travestis más jovencitas, la “cafetiña” pasa a ser la hermana mayor y el resto una especie de familia. Me comentaba Luana, una “cafetiña” de 55 años, que controla la prostitución en el céntrico barrio de Lapa. Dirige 12 pisos en Río de Janeiro, con 60 trabajadoras en total : “Yo cuido de las chicas. Incluso cuando muere alguna me encargo del entierro y todo el papeleo. Aquí en Lapa, las chicas pueden trabajar tranquilas. No hay problemas. Si pasa algo con alguna de ellas, la policía viene y me lo comenta. Todo se soluciona”.

Luana es también la presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transformistas y profesionales del sexo de Río de Janeiro, con sede en el inmueble que tiene en el barrio de Lapa, donde se alojan un promedio de 15 chicas. Ella asume el papel de madre protectora, que transmite a la perfección con su grandes pechos, cuerpo voluminoso y carácter fuerte. Nunca sale a la calle sin su enorme porra de madera que lleva en un gran bolso ni su spray de pimienta que acomoda entre sus senos, porque a sus 55 años todavía le gusta ejercer la prostitución. Aconseja a las trans en la prevención de enfermedades de transmisión sexual, (todos los meses el piso del barrio de Lapa recibe la visita de un médico que revisa el estado de salud de las trans), en cuestiones familiares y económicas. Ella detesta el consumo de drogas y no quiere que sus chicas consuman ni alcohol ni cocaína: “Yo siempre les digo que tienen que tener cabeza y pensar en el futuro. Muchas se van a Europa a trabajar unos años, donde ganan un buen dinero, pero algunas son tan tontas que se enganchan en la cocaína y ahí lo pierden todo.”.

Valeria de 23 años, es una de las chicas de la casa de Luana. Es adicta a la cocaína desde hace cuatro años. Trabajó durante un año en Italia donde pudo ahorrar algo de dinero con el que se compró un coche, a su vuelta a Brasil, que le costó 40.000 reales (16.000.-€). Pero al poco tiempo tuvo que dejárselo al narcotraficante en pago por la deuda acumulada: “Cuando tomo coca me siento más bonita, con mejor autoestima, con ganas de arreglarme y salir a la calle abuscar clientes…”, me comentaba Valeria con la mirada perdida.

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Mel de 17 años tumbada en su cama. Casa de la “cafetiña” Luana. Rio de Janeiro.

FOTO  ©  Núria López Torres, miembro de GEA PHOTOWORDS

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CENICIENTAS DE SILICONA

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Para algunas “trans” que se inician en la prostitución, en un principio, puede parecer un mundo glamoroso. La noche las convierte en princesas bellas y deseables. Se transforman en cenicientas y por unas horas son las reinas de la noche. Pero una vez que entras en el círculo de la prostitución no es fácil salir. Durante un tiempo, la “trans” ha ido construyendo una red de relaciones que de alguna forma están vinculadas a esta actividad, sin contar por supuesto, que la opción de encontrar trabajo en otro sector es muy difícil, por lo que la prostitución acaba por atraparlas en su dinámica perversa. Una vez que el glamour de los primeros momentos desaparece y la actividad se convierte en algo rutinario y cotidiano, aparecen las primeras ocasiones en que la “trans” siente que necesita algún tipo de estimulante que la anime a salir a trabajar, y es aquí cuando recurren a las drogas: “Una vez estuve siete días tomando coca y sin apenas dormir, trabajando bien duro.”.Con su corta edad, Valeria ya tiene prácticamente el tabique nasal destruido.

La mayoría de travestis no tiene recursos económicos cuando inician su transformación física, y se ven obligadas a recurrir a las infiltraciones de silicona líquida industrial no apta para el consumo humano. Esta, evidentemente, es una práctica de alto riesgo. A medio y largo plazo conlleva graves problemas de salud y en algunos casos la muerte. La silicona se endurece produciendo deformidades físicas y se desplaza hacia otras partes del cuerpo, apareciendo grandes bultos tumorales. Inyectada en los pechos puede provocar embolia pulmonar y la de la cara, en pómulos y parpados, provoca principalmente ceguera. Muchas veces los problemas vienen por la mala praxis en condiciones de higiene pésimas.

Como comentaba Porcina, una travesti de 52 años, que se dedicó durante 20 años a ser “bombardeira” (persona que inyecta la silicona industrial y que no tienen ningún tipo de formación y preparación en tratamientos de estética): “Tengo más de 20 litros de silicona en mi cuerpo, que me he puesto yo misma. También me he hecho 10 operaciones de cirugía estética. Ahora ya no soy bombardeira. Es muy peligroso. Hace unos años se murió una “bicha” a la que le acababa de poner silicona. Ahora participo en un programa que asesora a las chicas de los peligros de la silicona industrial”.

En los últimos años estos programas de asesoramiento han dado una mayor visibilidad para detectar los peligros de la silicona industrial, con lo que se tiene mayor información sobre sus graves efectos secundarios. Cada vez hay menos infiltraciones de silicona en los pechos, siendo sustituidas estas por prótesis mamarias que son más seguras, pero se continúan inyectando en nalgas y piernas para moldear un cuerpo más femenino.

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Diana negocia con un cliente el precio del servicio.

FOTO  ©  Núria López Torres, miembro de GEA PHOTOWORDS

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DISCRIMINACIÓN Y ESTIGMA

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Según Cláudio Nascimento, coordinador del programa gubernamental Río SinHomofobia, Brasil está entre los primeros países del mundo en cuanto a discriminación y crímenes contra las personas travestis y transexuales. Y aunque Río de Janeiro es el estado de todo Brasil con mayor nivel de tolerancia hacia el colectivo, durante 2011 se registraron, entre los tres Centros de Referencia en Derechos Humanos de Prevención y Combate a la Homobofia contra el colectivo LGTB, más de 2.000 denuncias de crímenes, de los cuales un 20% afectaban a travestis y transexuales.

Desde principio de 2012, dentro del programa Río Sin Homofobia, se ha capacitado a 5.000 policías militares para poder atender correctamente este tipo de denuncias. Una de las medidas implementadas ha sido la posibilidad de realizar la denuncia con la identidad social de la víctima y no con el nombre registrado en su documento de identidad oficial.

Algunas asociaciones y ONG opinan que se necesita atacar el problema desde la base, que es la normalización e inclusión de estas personas dentro de la sociedad. Y aunque aplauden este pequeño logro y consideran que ayuda a mejorar la relación conflictiva que ha habido durante muchos años entre travestis y policías, no confían en que esta medida vaya ha reducir el número de agresiones contra este colectivo. Así lo demuestra la agresión sufrida por la travesti Melissa Freitas, elegida princesa del carnaval Gay de 2013, el 31 de enero de este año en Río de Janeiro. Melissa fue golpeada y arrojada desde un puente peatonal sobre la vía del tren, después de salir de la escuela de Samba Juventud Independiente de Padre Miguel.

 

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4 Responses to “BRASIL- EL PAÍS DE LAS TRAVESTIS”

  1. PAOLA ANDERSEN
    25 junio, 2013 at 19:59 #

    EXCELENTE REPORTAJE ¡¡¡¡¡¡

  2. Pedro Argumedo
    25 junio, 2013 at 22:30 #

    MUCHAS FELICIDADES NURIA, TU FOTOREPORTAJE ES MUY BUENO, LAS IMAGENES DE CALIDAD Y LA INFORMACIÓN PUNTUAL….PROCURARÉ SEGUIR ESTE MEDIO DE EXPRESIÓN, PROMETE CONTENIDO PROFESIONAL Y DE CALIDAD…SALUDOS

    • gea
      10 julio, 2013 at 16:34 #

      Hola Pedro

      Me alegro sinceramente que te haya parecido interesante mi reportaje sobre las travestis en Brasil.
      Desde GEA PHOTOWORDS procuramos publicar contenidos de calidad tanto en las imágenes como la información.
      Bienvenido al espacio GEA.
      Un saludo cordial

      Núria López Torres

  3. Joaquin
    18 noviembre, 2016 at 22:51 #

    Sea quien sea , raza , color o religión , son seres humanos . Nadie tiene derecho a quitar la vida de otro . Pero esto es desde la historia del hombre . No aprendemos de los errores pasados.
    Sobre las travestis , tema muy complejo para mi . Muchas son manipuladas y tal vez sin conocimientos de lo más elemental , tratamiento y profilaxis de enfermedades transmisibles.
    Y la caída en los sedantes o estimulantes . Pero son parte del Sistema Social y su identidad en el pasado , muchas veces con problemas desde la infancia . Pero una persona es libre si puede vivir con su propia identidad . Se mezcla todo en este Sistema . Política , explotación del hombre por el hombre y anulación de la persona . Saludos cordiales , Joaquin .

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