No hay duda de que Estambul es una de las ciudades más monumentales e interesantes del planeta. Todo en ella es deslumbrante y excesivo y quizás por eso el visitante, al menos en una primera visita no suele apartar los ojos de las alturas donde compiten en majestuosidad sus mezquitas, cúpulas y alminares, o su bello entorno, siendo tantos los estímulos de los lugares emblemáticos que todo lo demás puede pasar inadvertido. Es en sucesivas visitas cuando se repara en la poco visible y mermada arquitectura popular construida en madera. Y en lo amenazada que se encuentra, un problema que hoy por hoy tiene una compleja solución.
Barrio de Fener, alrededores de la Iglesia de San Salvador en Chora, rehabilitaciones fallidas.
Foto © Francesc Morera
Por Ana Morales, miembro de GEA PHOTOWORDS
Cuando paseamos por los barrios fuera del circuito turístico otra realidad se nos revela. Descubrimos una original y característica arquitectura vernácula, que a pesar de ser parte del patrimonio artístico de la ciudad no está incluida dentro de él. De hecho, la ley de 1973 sobre la protección de monumentos sólo consideraba susceptible de protección a las elitistas yalis y los kioskos, viviendas palaciegas a la orilla del Bósforo o en zonas boscosas, pero no a las casas de madera y rowhouses. Sigue leyendo →