DETRÁS DE UNA FOTO | JORDI RUÍZ CIRERA

DETRÁS DE UNA FOTO es una sección semanal de GEA PHOTOWORDS. Reconocidos fotógrafos profesionales, autores emergentes o estudiantes de fotografía nos comentan una de sus imágenes. Sus palabras, su mirada y su agudeza; en definitiva, su captura del binomio espacio-tiempo. Esta semana Jordi Ruiz Cirera nos abre una ventana a la realidad de algunos jóvenes que viven en la ciudad palestina de Ramallah.

 

Manar, 26, y su novio Rafa, 22, en una de las piscinas de Ramallah. 

Foto ©  Jordi Ruiz Cirera

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Esta fotografía es parte del trabajo que estuve haciendo en 2013 sobre la juventud en Ramallah. La ciudad se ha convertido en la capital de facto de Palestina, y está viviendo un crecimiento económico que algunos analistas atribuyen a la relativa estabilidad socio-política, y sobretodo, a la ayuda e inversión internacional. Aún así, con una deuda pública enorme y una corrupción de la Autoridad Palestina por todos sabida, muchos temen que esta burbuja pueda estallar.

Actualmente los jóvenes Palestinos ven en Ramallah una ciudad con entretenimientos y libertades que difícilmente se pueden encontrar en otras ciudades. Aún así viven en una sociedad tradicional, y siguen limitados por todos los problemas y restricciones a los que están sometidos por la ocupación Israelí. Cada vez más pueden estudiar, comprarse una casa o ir a la discoteca, pero sus movimientos están limitados y en gran parte su futuro condicionado, pues la inmensa mayoría de ellos no puede salir del país.

Con el objetivo de documentar la vida diaria en la ciudad y cómo el crecimiento y apertura social se estaban viviendo por parte de una sociedad joven con un futuro muy incierto, en 2013 me instalé por un tiempo en la ciudad y conocí a Manar por una amiga común.

Nos conocimos en uno de los nuevos bares en de la ciudad, con un precio desorbitado para gran parte de la población, y donde se podía fumar el típico narguile. Me comentaba que iban a ese bar porque “podían hacer lo que quisieran sin que nadie las mirara”. Formando parte de la minoría cristiana ella y sus amigas se quejaban de las restricciones sociales a las que se sentían sometidas, y a la falta de libertades que las chicas de su edad tenían. Hija de una familia adinerada, Manar se sentía separada de la tradicional sociedad Palestina, y me comentaba como estaba deseando poder irse a los Estados Unidos o a Chile, pues sentía que sus perspectivas eran escasas si se quedaba. A sus 27 años regentaba una exclusiva boutique en el centro de la ciudad, y estaba mas interesada en la moda y en la fiesta que en conflicto político.

Unos meses atrás conoció a su novio Rafa, un chileno de origen Palestino que estaba en Ramallah para hacer prácticas profesionales y conocer la tierra de su familia. Juntos me invitaron al cabo de unos días a ir con ellos a una piscina de la ciudad, donde pasamos un día tranquilo prácticamente solos, pues aunque el calor apretaba apenas había ya gente dispuesta a ir a la piscina en septiembre. Manar se lamentó de que no hubiéramos podido ir antes, pues en agosto la piscina estaba siempre llena y lo hubiéramos pasado en grande.

 

Jordi Ruiz Cirera, fotógrafo documental nacido en Barcelona. En los últimos años ha trabajado en temas como la crisis económica, migración, y problemáticas medio-ambientales en Europa, Medio Oriente, Norte de Africa o Sur América; y sus trabajos han sido premiados ampliamente incluyendo los Lucie IPA awards, los POYi, los AOP Student of the Year o ganador del Taylor-Wessing Portrait Prize en la National Portrait Gallery de Londres. Actualmente combina encargos editoriales y comerciales con sus proyectos documentales a largo plazo. Ha publicado en medios como Sunday Times Magazine, The Guardian, the CNN, Die Zeit, Io Donna, Newsweek Japan o El País, y es miembro de la agencia Laif.

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