DETRÁS DE UNA FOTO es una sección semanal de GEA PHOTOWORDS. En ella, reconocidos fotógrafos profesionales, autores emergentes o estudiantes de fotografía nos comentan una de sus imágenes. Nos ofrecen sus palabras, su mirada y su agudeza; en definitiva, su captura del binomio espacio-tiempo. Patricia Esteve nos cuenta la terrible historia de Alimatou, una mujer de Costa de Marfil.
Alimatour se pinta los ojos en su apartamento en Yopougon.
FOTO © Patricia Esteve
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Desde que me contaron la historia de Alimatou quedé atrapada por su brutal experiencia y decidí que tenía que conocerla y hacerun reportaje sobre ella. La historia de Alimatou empieza con un matrimonio forzado; con apenas 14 años la obligaron a casarse con un hombre de 72. Una realidad desgraciadamente muy común en Costa de Marfil y en tantos otros países, pero lo que llama la atención es que su marido era un viejo «marabout» (brujo) de una pequeña aldea en el interior del país. En realidad el matrimonio fue un modo simple y barato de conseguir una joven que pudiese sacrificar, siguiendo los ritos de brujería y satisfacer, a cambio de una suma de dinero, el deseo de riqueza y poder de su cliente. Así que una noche con la ayuda de un machete y el silencio de la comunidad, el brujo atacó a Alimatou. Le cortó las manos, muchos ritos incluyen miembros especialmente de niños o jóvenes. La hirió gravemente hasta que pensó que estaba muerta y abandonó su cuerpo en el campo.
A pesar de las amputaciones y heridas graves, Alimatou sobrevivió. La encontraron chillando de dolor pero viva y la trasladaron al hospital. Por entonces era una niña indefensa, no sabía hablar francés ya que nunca recibió ningún tipo de educación. Gracias a la cooperación humanitaria consiguió recuperarse y empezar, no sin dificultades, una nueva vida en la capital. Donde desde hace dos años asiste a clases de alfabetización, y comparte un pequeño piso con Mireille, una chica sorda estudiante de derecho, que le ayuda en las actividades cotidianas. A través de esta historia me gustaría poder mostrar la vigencia de una realidad, muchas veces escondida por la propia sociedad como es el sacrificio infantil. Considero que una fotografía no puede solucionar un problema por si sola pero sí que puede generar un punto de reflexión y debate sobre determinadas creencias que atentan contra la dignidad de los seres humanos. Y contribuir así a la sensibilización de una injusticia social que debe ser erradicada.
Patricia Esteve (Barcelona, 1972) Estudia Filosofía en la Universidad de Barcelona. Interesada por la imagen decide entrar en el Institut d´Estudis Fotogràfics de Barcelona IEFC, donde descubre la importancia de la fotografía documental. A partir de entonces centra gran parte de su trabajo en temas sociales de actualidad. En 1999 se establece como fotógrafa free-lance en Barcelona, donde trabaja para diferentes medios e instituciones de carácter local y nacional. Y también lleva a cabo proyectos a largo plazo en países en vía de desarrollo así como talleres de fotografía dirigidos a personas marginalizadas. A partir de 2011 decide trasladarse a África rimero en Chad donde colabora con UNICEF y luego en Costa de Marfil con Naciones Unidas y otras ONGs del país.
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