NUCLEARES – ¿DEPENDENCIA INEVITABLE?

En medio de un escenario de críticas a las fuentes de energía `tradicionales´ se celebró, el pasado 9 de septiembre, el primer encuentro científico del Ene.Museo de la Energía de Ponferrada (León), con la participación de dos científicos destacados en los ámbitos de la física, la ingeniería energética y el medio ambiente: Jeffrey Hangst, miembro del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) y Vaclav Smil, profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad de Manitoba (Canadá). Ambos debatieron en el nuevo museo –que abrió sus puertas al público en julio de este año– sobre el futuro de las fuentes de energía y la forma en que éstas van a afectar a la sociedad, en nuestros días y en un futuro próximo. Seis meses después de Fuckushima, parece que desprenderse de la energía nuclear no va a ser nada fácil.

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La central térmica de Ponferrada, actual Ene.Museo de la Energía, el pasado 9 de septiembre.

Foto ©   ALS

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Por Javier García Blanco para GEA PHOTOWORDS

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Acaban de cumplirse seis meses del accidente nuclear en Fukushima, provocado por el terremoto y el posterior tsunami que devastaron buena parte de Japón y, como era previsible, las voces de los ‘antinucleares’ se han dejado oír con más fuerza en este último año. Los críticos y detractores de lo nuclear abogan por el cierre de las centrales que hacen uso de esta energía –muy numerosas en la mayor parte de los países desarrollados–, y proponen, a cambio, la potenciación y desarrollo de las llamadas «energías limpias» o «renovables».

En este clima poco proclive –al menos entre parte de la opinión pública– a todo aquello relacionado con la energía nuclear, el pasado 9 de septiembre tuvo lugar en el Museo Nacional de la Energía de Ponferrada un encuentro científico en el que participaron dos destacados expertos en el campo de la investigación energética y el medio ambiente: Jeffery Hangst y Vaclav Smil. Aunque seguramente las conclusiones de Hangst y Smil no serán del agrado de quienes apuestan por acabar con las fuentes de energía «sucias», ambos científicos coincidieron en la dependencia de nuestra sociedad actual respecto a las centrales nucleares, contemplando con escepticismo la posibilidad de que podamos prescindir de ellas, al menos a corto y medio plazo. Jeffrey Hangst –uno de los científicos del CERN que participó en el ya célebre ‘Experimento Alpha’, en el cual se consiguió atrapar por primera vez átomos de antimateria durante dieciséis minutos– destacó de forma positiva los avances en energía nuclear, subrayando su optimismo al respecto, pues «hay predicciones bastante precisas y exactas sobre su desarrollo», aunque confesó que «es imposible predecir cuándo va a llegar este desarrollo y quién va a asumir el riesgo de invertir en ella».

En este mismo sentido, Vaclav Smil destacó nuestra dependencia inevitable respecto a la energía nuclear, ya que «en la mayor parte de los países occidentales la energía nuclear supone el 30% de su consumo como mínimo, así que dependemos y dependeremos de ella durante mucho tiempo». Por otra parte, Smil aprovechó el debate para criticar la posición de algunos defensores acérrimos de las nuevas formas de energía alternativas –una faceta por la que se ha forjado una imagen controvertida en todo el mundo–, destacando que existen muchos mitos sobre la energía, y que «la transición de los combustibles fósiles será un procedimiento muy complejo y prolongado, que precisará de grandes cantidades de dinero». Smil no dudó en tildar de «románticos y tecno-optimistas» a quienes están convencidos de que el futuro energético pasa únicamente por las energías renovables, llegando a asegurar que «no hay tecnología de energía limpia que pueda reemplazar a la energía fósil a gran escala».

Por su parte, Hangst aprovechó la charla para aclarar algunos conceptos erróneos sobre la antimateria, una cuestión que ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos, y que muchos casos se ha comprendido de forma equivocada. Como experto en la cuestión, Hangst aclaró que «no es posible crear una fuente de energía con la antimateria, ya que generar energía de ese modo es ciencia ficción. En el CERN estudiamos la antimateria con la intención de responder a preguntas fundamentales».

Tanto Smil como Hangst coincidieron en destacar la importancia de iniciativas como la desarrollada en el Ene.Museo Nacional de Ponferrada, un espacio pionero en el mundo que tiene como finalidad principal el estudio y la divulgación de la energía. Construido en los espacios ocupados años atrás por antiguas centrales térmicas, el museo estará enfocado principalmente hacia dos objetivos: por un lado al estudio y difusión del pasado de la energía y, por otro, a potenciar y examinar las posibilidades que nos deparan las alternativas energéticas en un futuro.

MUSEO INNOVADOR

Las instalaciones del museo leonés están distribuidas en tres espacios: dos centrales térmicas abandonadas que han sido remodeladas para servir de puntos de exposición y, por otra parte, un jardín botánico. Hasta el momento únicamente ha abierto sus puertas al público el espacio Ene.térmica, una de las antiguas centrales térmicas de Ponferrada, y escenario en el que se celebró el encuentro entre estos dos destacados científicos. En esta instalación sus creadores presentan al visitante la importancia jugada por el carbón en la producción de la energía, todo ello desde un punto de vista tecnológico y social. Más adelante está prevista la apertura de Ene.central –donde los responsables del centro volcarán sus esfuerzos en estudiar la energía desde los puntos de vista social, científico y tecnológico– y el llamado Ene.bosque, un gran jardín botánico de 1.000 metros cuadrados en el que se pretende reproducir ecosistemas similares a los que favorecieron la aparición de los yacimientos de carbón hace 300 millones de años.

Gracias a esta remodelación y aprovechamiento de espacios abandonados y en desuso los creadores del Ene.Museo Nacional de la Energía esperan convertir Ponferrada en un referente internacional en el campo de la divulgación sobre investigación energética y fomentar el interés del público por la ciencia. En este sentido, Hangst explicó que en su caso particular los museos fueron los espacios que le inspiraron y el alentaron a dedicar su vida al estudio y difusión de la ciencia: «Espero que los niños puedan aprender en este espacio la importancia de la energía para nuestro futuro».

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Javier García Blanco. Cursó estudios de Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. Tras varios años como redactor y jefe de edición en varias publicaciones, trabaja como periodista freelance para distintos medios de comunicación, centrándose en la temática histórica y los viajes. Es autor de varios ensayos, entre los que destacan ‘Historia negra de los Papas’ (Ed. Espejo de Tinta, 2005), Gótica (como coautor, Ed. Aguilar, 2006) o Ars Secreta (Ed. Espejo de Tinta, 2006). Desde 2007 trabaja como fotógrafo exclusivo para Istockphoto. En junio de 2009 puso en marcha la web ‘Planeta Sapiens’, un punto de encuentro para todos los amantes de la Historia, la Ciencia y la Cultura.

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