ENTREVISTA GEA – GUSTAVO CATALÁN Candidato al Senado por EQUO

En el día de reflexión ante las elecciones generales de mañana, entrevistamos a Gustavo Catalán, el decano de los periodistas ambientales en España y colaborador habitual de GEA PHOTOWORDS. Catalán se presenta en el primer lugar de la lista como candidato por el Senado por la formación ecologista EQUO asegurando que en lo que se refiere a la Naturaleza no hay imparcialidad posible. Que mejor reflexión que hablar de las necesidades de la Madre Tierra a menudo olvidada por los partidos políticos mayoritarios.

.

Foto cedida por Gustavo Catalán.

.
Por Álvaro Ramírez Calvo para GEA PHOTOWORDS

.

Catalán comenzó sus primeros pasos profesionales como fotógrafo para Diario 16 en 1976, “cuando todos estaban inmersos en la Transición”. En aquel tiempo apenas se trataban los retos medioambientales, lo cual no quería decir que no existiesen: “la cuestión era que la especialidad de periodismo ambiental como tal no se practicaba, hasta que en los ochenta se empezaron a tratar estos temas a nivel mundial, y a sonar nombres de organizaciones grandes, como Greenpeace”. Ahora, según su juicio, la profesión ha madurado bastante, y ha tomado nuevos bríos: “pasamos de ser un pequeño grupo de cinco periodistas a ser actualmente cerca de doscientos especializados que publican diariamente”.

Eres cabeza de lista por Madrid en el Senado. ¿Cómo tomaste esta decisión?

En realidad me lo ofrecieron, no tenía la idea predefinida en mi cabeza. Me costó pensarlo cinco minutos, y sentí que estaba dando un salto en el vacío: pasar de mostrar la imparcialidad del periodismo ambiental a las ideas de EQUO, con las que me identifico.

¿Un periodista ambiental es imparcial?

La verdad es que como periodista tengo la aspiración de ser imparcial, pero siempre desde unos principios concretos. En mi caso, esos principios son lograr un planeta más limpio y pacífico. Enfoco mi trabajo en base a estas premisas.

¿Crees que la política institucional puede ser más efectiva que la acción directa de organizaciones ecologistas?

Una cosa no invalida la otra. Las organizaciones ecologistas han sido eficaces mientras no ha habido representación parlamentaria. Son luchas paralelas: siempre debería haber organizaciones de este tipo. En caso de conseguir el Parlamento, representaremos estas ideas al conjunto de la sociedad. Defenderemos un modelo económico más sostenible y justo. No apostaremos por la energía nuclear ni por otras energías sucias, e impulsaremos los puestos de trabajo verdes, que son más estables.

¿Por qué son más estables?

 

El trabajo tradicional, el relacionado con las energías no renovables, está sometido a los vaivenes de la especulación. Hoy el barril de Brent cuesta 70 dólares, mañana 200. Estas idas y venidas se traducen en una pérdida de puestos de empleo, algo que no ocurriría en el sector de las energías renovables.

Entiendo entonces que los empleos verdes se refieren únicamente al sector energético…

 

Sí, y también al sector de la construcción. Apostamos por una política de reconstrucción, de remodelación de las casas. En España hay construidas millones de viviendas sin medidas de eficacia y ahorro. Hay mucho trabajo que hacer. Tenemos que remodelar un parque inmobiliario muy viejo, que no toma medidas de aprovechamiento del frío y el calor. Hay que cambiar desde la pintura hasta los cimientos.

¿Cómo crees que se tendría que tratar la información ambiental para mostrar en toda su extensión este momento crítico que estamos pasando?

 

La parte profunda de esto es la sociedad hacia la que avanzamos. Si va a ser una sociedad sostenible, o si vamos a seguir haciendo más de lo mismo, parcheando y siguiendo en la senda del crecimiento continuo y la especulación. La información sobre la economía está en mano de los especialistas de economía, y no tienen ni idea de la sostenibilidad ni el buen uso de la energía. Si baja el consumo de energía dicen que eso es malo, cuando podría ser muy bueno. Si baja la venta de coches también es malo, porque la fábrica X funciona menos, tiene que despedir gente, etc. Nuevamente, hay una divergencia entre lo que es y lo que debería ser.

La ONU anunció hace unas semanas el nacimiento del ser humano número 7.000 millones. Nuestra especie crece más y más. Sin embargo, el planeta es limitado… ¿cómo se podría gestionar la tendencia del crecimiento de forma que no fuera traumática?

Se está gestionando el tema demográfico, de alguna manera. Hace dos décadas se pensaba que el crecimiento sería muy superior, y que llegaríamos a los 25.000 millones de seres humanos. Esto no va a suceder. Es cierto que estamos creciendo muchísimo, y probablemente llegaremos a los 10.000 millones. Habrá que organizarse bien para que haya para todos, y repartir los bienes naturales, sin derroches como hasta ahora. Un mundo con 10.000 millones de habitantes va a tener problemas, pero no tiene por qué ser un mundo caótico. Hay que lograr que la huella ecológica se amolde a la capacidad que tiene la Tierra.

¿Conoces las teorías del decrecimiento? ¿Qué opinas de ellas?

 

Coincido gran parte en ellas. Hay que parar de crecer. Hay que dejar el crecimiento continuo, donde se va a más. Esto no lo sujeta el planeta, y mucho menos con toda la gente del mundo. Hay que hacer un crecimiento cero, igualando la calidad de vida. Derrochando mucho menos y siendo mejor gestores.

Y en este igualamiento de la calidad de vida, ¿por dónde empezamos? ¿Cuál sería la tarea más importante para intervenir?

Lo primero es dar de comer a toda la humanidad, cosa que no ocurre. Mil millones de personas no tienen comida. Es inadmisible que ocurra. No es porque la Tierra no produzca estos alimentos, sino que es por cómo se producen esos alimentos, y por cómo se desperdician. Hay que solucionar este tema, y conseguir que la energía y el saneamiento lleguen a todas las personas. Sin higiene, salud y alimentación, seguirá habiendo diferencias en las que no puede estar basada la civilización.

Garantizar la higiene, el saneamiento y la salud, ¿se puede lograr sin aumentar las cotas de crecimiento?

Evidentemente lo es. Hay que renunciar a una parte de lo que se despilfarra. Hay que hacer un uso eficiente de lo que tenemos. Somos una sociedad derrochadora. Al año, se destruyen doscientos millones de toneladas de alimentos. Están en perfectas condiciones, y van a la basura. Esto podría ser la solución para mucha gente. Claro que va a ser un problema, pero el mundo tiene que encontrar la manera para avanzar de forma justa y equitativa.

Volvamos a Equo. ¿Confías en que logre buenos resultados?

Es cierto, somos una formación nueva y es difícil hacer cálculos. Hay quien calcula que en el Congreso vamos a sacar de uno a cinco diputados. Podríamos llegar a tener nuestro propio grupo parlamentario. En cuanto al Senado, la cosa está más complicada, porque para sacar un solo senador hacen falta aproximadamente 1.350.000 votos.

Suponiendo que Equo llegue al Congreso, ¿ves posible establecer alianzas con otros partidos ‘minoritarios’?

 

No está planteado de momento. Probablemente haya que hacerlas, como en todos los países donde ha habido representación verde. Estas alianzas se han plasmado de diferentes maneras, incluso formando parte de Gobiernos. Pero, en nuestro caso, no es algo que esté planteado sobre la mesa.

¿Tenéis en mente alguna propuesta concreta, alguna prioridad?

 

Lo más destacado es que en 2030 el 100% de la energía consumida en España sea de origen renovable. Para diez años antes, 2020, queremos desmantelar y cerrar todas las centrales nucleares. Incidiendo en el sector de las energías renovables queremos crear 1.200.000 empleos nuevos, a través de los empleos verdes.

¿Qué os diferencia de otras formaciones que tienen en mente el ecologismo, como IU?

 

IU tiene el ecologismo en segunda fila. Siempre lo tiene en consideración, pero nunca en primera fila. Nosotros lo tenemos en primera, en segunda, en tercera. Somos auténticamente verdes, no nos definimos ni de izquierda ni de derechas. El ecologismo es nuestra espina dorsal.

Nuestro país tiene mucha riqueza natural. ¿Somos los españoles ecologistas?

 

Bueno, una cosa es lo que decimos y otra la que hacemos. Si preguntas en una encuesta, verás que todo el mundo se considera muy ecologista. Todo es conciencia ambiental, pero la práctica nos desmiente esto, porque, por ejemplo, el tema de los residuos, algo que funciona a título individual, no está resuelto. A la gente le sigue gustando los coches de gran cilindrada, todo el mundo usa el transporte privado incluso para desplazamientos pequeños… el comportamiento deja mucho que desear. Tenemos trabajo por delante.

.

Álvaro Ramírez Calvo, riojano, ha trabajado en televisión, radio, gabinete de prensa y consultoría. Master en Comunicación social, actualmente colabora en diferentes proyectos relacionados con el cambio social y el desarrollo, y prepara una tesis doctoral sobre comunicación y conflicto.
.

, , , ,

No comments yet.

Deja un comentario

Leave your opinion here. Please be nice. Your Email address will be kept private.