LOS DATOS DE LA ESCLAVITUD INFANTIL

 

La esclavitud infantil afecta a más de 218 millones de menores en todo el mundo, según un informe que acaba de publicar la ONG por los derechos de la infancia Save the Children, con motivo del Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, celebrado el pasado 16 de abril. La mitad de ellos realizan trabajos peligrosos en largas jornadas con amenazas físicas y violencia sexual y viven inmersos en una pobreza crónica que es causa y consecuencia de su situación. En España, se dan miles de casos cada año con el agravante de que nuestro país es, además, un lugar de tránsito para el tráfico de niños a Europa.

.

Niño trabajador en una fábrica de ropa en Dhaka.

FOTO  ©   G.M.B. Akash

.

Por Paula Vilella para GEA PHOTOWORDS

.

Todos los años, 1,2 millones de niños y niñas son secuestrados en todo el mundo por traficantes o vendidos y alquilados por sus propios padres. Los menores acaban fuera de su país o de su región y son utilizados para la mendicidad, robos, prostitución, trabajos forzados o adopciones. Del total de víctimas, medio millón estaría en Europa Occidental.

España es país de destino y tránsito de menores procedentes de Sudamérica, África y Europa del Este. Estos niños a menudo son considerados inmigrantes ilegales cuando en realidad no son sino víctimas de las mafias que comercian con ellos y les roban su infancia. A pesar de que los perfiles de las víctimas pueden variar en función de las dinámicas de las redes de explotación y de las demandas de los clientes de servicios sexuales, suelen ser menores en torno a los 16 años.

Según explica Yolanda Román, responsable de Incidencia Política de Save the Children, se trata de los esclavos del siglo XXI. “Actualmente el sistema de protección a la infancia no está preparado para identificar los casos, ni abordar las necesidades específicas de las víctimas. Estos recursos deberían contar con personal cualificado y ofrecer asistencia de tipo psicológico, jurídico y social –con medidas educativas y de inserción laboral- con el fin de reparar los derechos de las víctimas”, añade.

Según datos oficiales, a lo largo del 2009 se identificaron en España un total de 1.301 víctimas de trata en operaciones policiales, pero este dato es sólo la punta del iceberg, las organizaciones que trabajan con víctimas manejan cifras más elevadas, especialmente en lo referente a las víctimas menores de edad.

OCHO FORMAS DE ESCLAVITUD INFANTIL

Además de la trata, el trabajo forzoso por endeudamiento, la explotación sexual con fines comerciales, el trabajo en la mina, en la agricultura, los menores soldados, el matrimonio forzoso y la esclavitud doméstica son las formas más frecuentes de esclavitud infantil contemporánea que destruyen la infancia de millones de niños en todo el mundo, violando sus derechos humanos más básicos y distorsionando su visión de la vida y de las relaciones personales.

Roshni tiene solo diez años y es de una zona rural de Pakistán. Trabaja todo el día junto a dos de sus hermanos por 40 céntimos de euro en el telar de alfombras del hombre que le prestó dinero a su padre. El trabajo forzoso por endeudamiento es una de las formas de explotación infantil más comunes especialmente en India, Nepal, Pakistán y Bangladesh. Solo en India, 15 millones de niños están trabajando para pagar la deuda de otra persona, trabajando largas jornadas, viviendo con los prestamistas y siendo abusados.

Pornografía infantil, prostitución y turismo sexual saltan periódicamente a los medios de comunicación pero para 1,8 millones de menores es un drama del que son protagonistas. En India y el sudeste asiático, un tercio de los trabajadores sexuales son menores. Durante los conflictos armados y los desastres naturales, los índices se multiplican ya que niños y niñas utilizan medidas desesperadas para sobrevivir.

LA MINA, EL CAMPO, LA GUERRA

La mina sepulta la infancia de millones de niños y niñas en todo el mundo. Sin medidas de seguridad y respirando humos tóxicos mientras realizan trabajos extenuantes en jornadas de hasta 24 horas, menores de tan solo cinco años se enfrentan a contaminaciones químicas que debilitan su salud en peligrosos pasadizos construidos artesanalmente y en la mayoría de los casos ni siquiera cobran por ello.

Pero además, muchos menores son explotados en la agricultura con la connivencia de patrones, gobiernos y empresas. Bien sea subcontratados y separados de su entorno o ayudando a sus familias a alcanzar las cotas diarias obligatorias de producción, se exponen a químicos y maquinaria de sol a sol. En Kazastán, en la temporada de algodón cierran las escuelas y los menores trabajan por menos de un dólar al día.

Más dramático aún es el caso de los menores soldados. Aunque es ilegal reclutar y usar menores de 15 años como combatientes, mensajeros, “esposas” de militares o como cocineros en los ejércitos, cerca de 300.000 niños y niñas están activamente implicados en un conflicto armado. Algunos tan solo tienen 7 años.

“Me gustaría estudiar, la vida no puede ser sólo lavar la ropa y la vajilla”, dice Koli, de 16 años, desde India. Muchos menores, en su mayoría niñas de hasta seis años, pasan su infancia realizando labores domésticas en lugar de acudir a la escuela. Trabajan muchas horas al día, apenas sin descansos y en muchos casos sufren abusos sexuales y castigos físicos.

En ocasiones, esta esclavitud doméstica se enmascara tras la legalidad del matrimonio. Durante la próxima década, 100 millones de niñas se casarán, en la mayoría de los casos sin su consentimiento, obligadas por sus familias por dinero o secuestradas para tal fin. A las niñas casadas se les niega la educación y el marido se convierte en dueño de las menores, a las que someten a abusos sexuales y trabajos forzosos.  Además, los riesgos de morir por un embarazo precoz son cinco veces más que en las mayores de 20 años.

Definitivamente la esclavitud no está abolida y los menores de edad son los más vulnerables a sufrir violaciones de derechos humanos. Para ilegalizar esta prácticas y ofrecer educación y medios que frenen el círculo de la pobreza que les lleva a la explotación es indispensable la voluntad de los gobiernos, las organizaciones y las empresas.

La esclavitud infantil no es una tragedia inevitable.

.

Paula Vilella es periodista y licenciada en Ciencias Políticas. Actualmente trabaja en el departamento de comunicación de Save The Children y esta preparando su tesina sobre la despolitización mediática de los conflictos armados del África subsahariana

.

, , , ,

Trackbacks/Pingbacks

  1. Infancia, crecimiento en libertad | Punto y seguido - 16 abril, 2016

    […] calcula que 85 millones de niños y niñas en todo el mundo se exponen a alguna de las peores formas de trabajo infantil. […]

Deja un comentario

Leave your opinion here. Please be nice. Your Email address will be kept private.