MÁS ALLÁ DE LA AYAHUASCA

Se celebró en Ibiza AYA2014, la mayor conferencia mundial realizada hasta ahora sobre la Ayahuasca, una infusión visionaria y enteogénica originaria del Amazonas, usada tradicionalmente por los chamanes como medicina desde hace siglos. La globalización de su uso, la descontextualización de sus rituales y su reivindicación como una poderosísima herramienta terapéutica, incluso para desintoxicar a drogadictos, marcaron los tres días de las charlas patrocinadas por la UNESCO. Medio millar de participantes y decenas de expertos de todo el mundo hicieron una llamada general a las autoridades mundiales para su reconocimiento legal y su consideración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

 

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Leopardo, aprendiz de chamán brasileño.

Foto ©  Adrián Domínguez

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Por Juan Carlos de la Cal, miembro de GEA PHOTOWORDS

 

De la selva amazónica a Ibiza hay unos 14.000 km de distancia física. Y muchos más…, Años luz incluso, si nos detenemos en el sentido que la vida tiene en ambos lugares. Pero durante unos días el espacio entre estos dos mundos se acortó asombrosamente gracias a la atávica unión de las dos plantitas, una liana y una hoja, con las que se hace una infusión mundialmente famosa conocida como “Ayahuasca”, un vocablo quéchua que se traduce como “la liana de los muertos”.

Durante el último fin de semana de septiembre el Palacio de Congresos de Santa Eulalia acogió la celebración de la Conferencia Mundial sobre la Ayahuasca, AYA2014, el mayor evento realizado hasta ahora a nivel mundial sobre todo lo que rodea a esta bebida usada desde hace milenios por las tribus de la cuenca amazónica y expandida ahora por todo el planeta.

AYA2014, fue organizada por la Fundación ICEERS, International Center for Ethnobotanical Education, Research & Service, una organización filantrópica, sin ánimo de lucro y de utilidad pública, que se dedica al estudio e integración de las plantas tradicionales como herramientas de crecimiento personal y terapéutico en la sociedad occidental, y a la preservación de los Derechos Humanos y de las culturas indígenas que las han utilizado desde la antigüedad.

Además de los 600 participantes inscritos, la conferencia reunió durante tres días a los mayores expertos del mundo en el ámbito científico, jurídico, ambientalista, etnobotánico, terapéutico y religioso a través de las ponencias  y mesas redondas, talleres y foros. Según los organizadores, el principal reto de este congreso fue tratar los nuevos retos que surgen de la globalización del uso de la Ayahuasca, así como las diferentes perspectivas de abordaje:  clínica, religiosa, cultural, política, legal y ética.

Y, es que, aunque a muchos no les guste este calificativo, se puede decir que la Ayahuasca está de moda como consecuencia directa de sus “buenos” efectos y del imparable proceso globalizador. Su uso ha traspasado fronteras hasta convertirse actualmente en un fenómeno cultural global. Así, los organismos internacionales de regulación, las autoridades nacionales y legales, los medios de comunicación y las figuras académicas y públicas observan con atención la creciente presencia de la ayahuasca en la sociedad moderna. “En este momento se está produciendo una creciente toma de conciencia acerca de la valiosa aportación que ofrece la Ayahuasca para el desarrollo personal, espìritual y terapéutico. La tendencia actual es reconocer que la ayahuasca tiene un importante valor para el desarrollo humano más allá de su consideración sobre si es o no una droga”, asegura Benjamin De Loenen, director ejecutivo de ICEERS.

La conferencia contó con el patrocinio de la UNESCO, un apoyo que, en opinión de los organizadores, supone un reconocimiento explícito a los objetivos de esta Conferencia: “que la Ayahuasca, sus prácticas culturales asociadas, su ambigua realidad jurídica y los desarrollos científicos cada vez de mayor interés y avance, sean debatidos y que sus diversas prácticas culturales asociadas y científicas sean reconocidas oficialmente y protegidas”.

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Claudio Naranjo, psiquiatra chileno.

Foto ©  Adrián Domínguez

UN POCO DE HISTORIA.

La Ayahuasca es el líquido resultante de la decocción lenta de la liana Banisteriopsis caapi, y de las hojas del arbusto Psychotria viridis, dos plantas originarias de la cuenca amazónica. Desde hace siglos es considerada una bebida sagrada por una cantidad incontable de grupos indígenas amazónicos y una medicina por curanderos mestizos de buena parte de Sudamérica.

Los registros más antiguos de su uso de Ayahuasca se han encontrado en el desierto de Azapa, al norte de Chile, y hay teorías que apuntan a que los Incas la utilizaban en sus rituales andinos tras descubrir su uso en las tribus amazónicas que conquistaron en la expansión de su imperio.

El uso tradicional y moderno de la Ayahuasca se extiende desde Panamá a Bolivia, incluyendo Perú, Ecuador, Colombia y Brasil, países en los que su uso medicinal está intensamente presente en los núcleos urbanos. La ayahuasca actualmente se utiliza como medicina en ceremonias oficiadas por indígenas, mestizos y profesionales de diversas áreas  que han aprendido a utilizarla en los lugares de origen tradicionales.

La Ayahuasca llegó a España a mediados de los años 80 a través de viajeros que la probaron en su contexto original, la cuenca amazónica. Lo que empezó siendo apenas unas tomas de contacto por parte de un reducido grupo de pioneros iconoclastas, acabó extendiéndose de manera progresiva por todo el territorio español. Así nacieron pequeños grupos de usuarios de diversa índole que vieron en su uso un camino de crecimiento personal y espiritual más allá de la búsqueda de una mera experiencia transpersonal. Los portadores de la bebida fueron, en muchos casos, buscadores más o menos ilustrados  que vieron en la Ayahuasca un buen camino de conciencia y de búsqueda espiritual, ecológica y social.

Estos grupos desarrollaron su trabajo con la bebida partiendo de líneas de conocimiento muy concretas: la chamánica, la espiritual y la terapéutica que se fueron interrelacionando paralelamente a lo largo del tiempo con diferentes enfoques bien diferenciados.

Coincidiendo con la llegada a nuestro país de todo tipo de chamanes de diversos países, surgieron los primeros “discípulos” locales que reprodujeron  las ceremonias de sus maestros con incorporaciones propias extraídas de fuentes de conocimiento inspiradas en meditaciones orientales, místicos o de corte “new age”. Entorno a estos pioneros surgieron a su vez grupos de seguidores que han ido conformando un panorama diverso del uso de la Ayahuasca con gran acogida entre un público cada vez más interesado en este mundo.

Por último, el acercamiento de jóvenes y brillantes científicos, que vieron en la Ayahuasca una herramienta de enorme y eficaz resultado a nivel de desarrollo personal y uso terapéutico, permitió acompañar la expansión del uso de la bebida desde un punto de vista más objetivo y occidental. Desde el mundo de las Neurociencias, la Psicología, la Antropología y la Farmacología se han realizado experimentos, estudios e informes que hoy sirven de base para un enfoque más documentado  de lo que supone la “socialización” de una bebida sagrada en el siglo XXI.

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Palacio de Congresos de Ibiza, sede del World Ayahuasca Conference en España. 

Foto ©  Adrián Domínguez

 

PARTICIPANTES.

La conferencia inaugural corrió a cargo del psiquiatra chileno  Claudio Naranjo, 82 años, referente mundial de la terapia Gestalt, profesor en Berkeley, considerado como el pionero de la psicología transpersonal. Lleva más de cuatro décadas estudiando e integrando la psicoterapia y la espiritualidad  a través de herramientas como el Eneagrama y la Psicología de los Eneatipos.

Naranjo contó sucintamente su relación con la Ayahuasca, uno de sus nexos de unión entre ambos mundos. En los años sesenta realizó estudios sobre el potencial terapéutico de la harmalina (uno de los principales componentes de la ayahuasca) siempre en un contexto de lo que podría denominarse la psicología transpersonal, un marco terapéutico que se abría a la dimensión espiritual.

Otro de los participantes ilustres fue Jonathan Ott, etnobotánico escritor, micólogo, y químico especializado en el estudio de las plantas visionarias y sus usos culturales a lo largo de la historia. Ott es uno de los importadores del término “enteógeno” con el que generalmente se conoce a este tipo de plantas, un  neologismo que significa “dentro de mí (en), dios (teo) deviene (geno)”, sustancias que, según su propia definición,  “diluyen tu yo, expanden tu conciencia y la conectan con el todo, con otra dimensión de la realidad…”. Él fue también uno de los primeros en afirmar que el consumo de enteógenos está en el origen de la religión.

El norteamericano afincado en México se definió como psiconauta profesional : “Sí: me dedico a navegar por mi psique. Pruebo las plantas que tradicionalmente han usado diversos pueblos primitivos, analizo su química y estudio sus efectos en mí propia mente” y recordó los ritos eleusinos, desarrollados en la antigua Grecia, donde una vez en la vida los jóvenes eran llamados a una comunión colectiva “con una infusión de cereal, agua y menta… Pero ese cereal portaba un hongo parásito: cornezuelo del centeno, cuya sustancia psicoactiva –enteógena– es idéntica al LSD. Su ingesta provocaba un viaje al interior de cada uno: en ese estado alterado de conciencia se les mostraban ciertos símbolos y se representaban ciertas escenas que guiaban al individuo a un reconocimiento de sí mismo, al autoconocimiento”.

La parte indígena tuvo también una importante presencia con la participación del Sia Kaxinawa, líder de una tribu indígena del estado brasileño de Acre y que usan la Ayahuasca en sus rituales desde siempre. De Colombia vino el Taita Juan, heredero de la tradiciones ayahuasqueras del Putumayo, y de Ecuador llegó Carmen Vicente, “mujer medicina” que desde hace medio siglo aboga por la autonomía y las enseñanzas tradicionales de los Andes y también gran conocedora del uso ancestral de las plantas visionarias.

Entre todos aportaron una perspectiva muy auténtica de cómo sus pueblos han nacido y crecido al albor del uso de la Ayahuasca, explicando sus diferentes rituales y aplicaciones de forma que la vida en las aldeas indígenas sería impensable sin las visiones y “curaciones” que les ofrece esta bebida sagrada para ellos. Su punto de vista supuso un importante contrapeso a la visión científica omnipresente durante toda la conferencia.

Entre las aportaciones curiosas destaca la del abogado iraní Wahid Azal, investigador independiente especializado en el sufismo y textos islámicos y fundador de la orden Sufí Fatimiya, que incorpora una planta visionaria, el Haoma –que contiene, como la ayahuasca DMT-, como sacramento para sus ceremonias. Wahid explicó como en marzo pasado obtuvo, incluso, una fatwa – una especie de respuesta o permiso especial por parte de una autoridad en Derecho Islámico- del Ayatollah Rohani, por la que determina que el uso de enteógenos y sustancias psicoactivas es permisible (halal ) para los musulmanes chiíes siempre que sea dirigida por un guía y no produzcan alteraciones mentales.

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Giovanna Valls, autora de `Aferrada a la VIda´y hermana del primer ministro francés. 

Foto ©  Adrián Domínguez

MAS ALLÁ DE LAS DROGAS.

También hubo una interesante presentación de un libro escrito por Giovanna Valls, hermana del actual Primer Ministro francés, Manuel Valls, titulado “Aferrada a la Vida”, en el que través de unas sobrecogedoras páginas de memorias y cartas, la autora desnuda su proceso emocional «ante el dolor de la droga» y cuenta cómo quedó atrapada por la heroína, una adicción que la empujó a robar en grandes almacenes, a pincharse en el degradado barrio de Can Tunis, a ingresar varias veces en la cárcel y a infectarse del virus del VIH y de la Hepatitis C.

En la presentación, Giovanna contó cómo consiguió desintoxicarse tras pasar 8 meses en una clínica en las profundidades de la selva amazónica brasileña donde se utilizaba la Ayahuasca como principal medicina. Este centro, montado a principios de la pasada década por el prestigioso psiquiatra catalán José María Fábregas, está situada en las cercanías del pueblo Ceu do Mapiá, sede de la iglesia ayahuasquera conocida como Santo Daime, que utiliza esta bebida como sacramento en sus ceremonias  y que hoy se encuentra extendida por una veintena de países de todo el mundo, entre ellos España.

Haciendo un guiño final al renacido debate sobre la liberalización de las drogas, y a pesar de que la mayoría de los participantes hizo hincapié en separar la Ayahuasca y los demás enteógenos de la categoría de sustancias tóxicas, la mesa de clausura de AYA2014 se centró sobre este tema al tener como protagonistas, entre otros, al filósofo madrileño Antonio Escohotado , al escritor Fernando Sánchez Dragó, junto con el propio Johnatan Ott, en una mesa moderada por el farmacólogo José Carlos Bouso.

Escohotado recurrió a su humor e ironía para lanzar un alegato a favor de las drogas al afirmar, entre otras cosas, que «las drogas hacen imposible mentir, tanto a uno mismo como a los demás. Te hacen decir todo lo que tienes en tu interior, por eso mucha gente no las quiere tomar, porque no quieren decir todo lo que piensan. Las drogas están para que el hombre sea más culto, honrado y que acepte lo infinita que es la realidad. Deben hacernos más controlados, conscientes y exigentes. Por eso pienso que el LSD es un antialucinógeno, alucinógenos son los programas de los partidos políticos», explicó el ensayista entre las carcajadas del público.

“Las cosas, el mundo, el universo, no están fabricados de sustancias materiales sino de energías en acción, en movimiento, en distancias, en diferentes densidades; estas sustancias permiten ver el mundo y a uno mismo de este dimensión energética y, por lo tanto, son más realistas, menos alucinógenas que las visiones reduccionistas y materialistas que ofrecen nuestros ojos”, explicó por su parte Jonathan Ott.

«Yo no hablo de legalización, sino de liberalización,–sentenció Fernando Sánchez-Dragó, en el turno de preguntas–. Esto no es un asunto legal, es un asunto de libre albedrío. Se debe educar a la gente sobre este tipo de sustancias para que sepan si pueden o no consumirlas. No todo el mundo está capacitado para tomar este tipo de sustancias. Además, las drogas son sólo para valientes. Parece que el prohibicionismo que hemos estado viviendo estos últimos años se está acabando. La guerra está perdida».

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Taita Juan Bautista.

Foto ©  Adrián Domínguez

LEGALIDAD Y CIENCIA.

En la Conferencia se afirmó que la Ayahuasca no es droga. La única relación de la Ayahuasca con las drogas viene a través de la dimetiltriptamina, DMT, un alcaloide presente en la Psychotria viridis, una de las dos plantas que conforman la bebida. La DMT es una sustancia incluida en la lista 1 del Convenio de sustancias psicotrópicas aprobado por la Junta Internacional de control de Estupefacientes, JIFE, en 1971. Hasta ahora, algunos gobiernos asimilan el alcaloide con la Ayahuasca penalizando y persiguiendo su importación.

Sin embargo, tanto desde el ámbito científico como legal se ha repetido y documentado con numerosos informes que esa relación no es correcta pues el DMT está presente en muchas plantas –incluso en el cuerpo humano- y la cantidad del alcaloide contenido en la planta es lo suficientemente pequeña para no ser tenida en cuenta en términos de fiscalización jurídica. Tampoco existe ninguna tabla de toxicidad donde se explique qué cantidad de DMT es necesario para causar daño a la salud.

Entre las conclusiones más destacadas de esta conferencia hay que resaltar las extraídas del informe jurídico que presentó la Plataforma para la Defensa de la Ayahuasca en España, autodenominada genéricamente como “Plantaforma”, una asociación formada por varios colectivos –terapeutas, religiosos, indígenas- usuarios de la bebida y cuya principal labor ha sido la de asesorar y apoyar, informativa y jurídicamente, a todos los detenidos que han acudido a ella en busca de ayuda.

Este colectivo ha creando un mecanismo de interlocución tanto para las autoridades como para periodistas, trabajando en la presentación de todos los aspectos culturales y sociales que rodean al uso de la Ayahuasca.

El motivo de la realización de este informe han sido las numerosas detenciones –hasta 40 en los últimos tres años- y procesos judiciales iniciados en nuestro país contra personas que han recibido ayahuasca por correo desde países de Suramérica. La primera parte de este informe es un dictamen jurídico sobre el estatus legal de la Ayahuasca en el ámbito jurídico penal en España, en el que se repasa lo que dicen los Convenios Internacionales de Fiscalización de Estupefacientes, se anotan las contradicciones y se comparan situaciones y casos concretos sobre procesos jurídicos instruidos en nuestro país contra los usuarios de esta planta. También se hace un breve repaso de la situación legal de la ayahuasca en los diferentes países occidentales.

En términos legales, la principal conclusión en palabras del coordinador jurídico de este informe, el abogado Diego de las Casas, es que La Ayahuasca no está fiscalizada por ninguno de los convenios de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), por lo que no puede ser considerada como droga a efectos de la aplicación del Código Penal español. En nuestro país no existe ninguna lista de plantas prohibidas en la que aparezcan las dos que componen la Ayahuasca.

Y la parte científica del informe, coordinada por José Carlos Bouso, doctor en farmacología y Psicólogo Clínico, asegura que los ensayos clínicos han demostrado que la Ayahuasca no produce ningún daño a la salud ni dependencia alguna. “La ayahuasca es una sustancia fisiológica y psicológicamente aceptablemente segura: no impacta sobre el sistema cardiovascular ni altera las funciones hematológicas ni bioquímicas”, se recoge textualmente en el documento.

Por otro lado, las conclusiones de Bouso y los 8 científicos más que firman esa parte del informe, aseguran que La ayahuasca es considerada una herramienta etnobotánica con potencial psicoterapéutico. Aunque, en principio, está contraindicada para personas con trastornos psiquiátricos graves, estudios recientes no evidencian alteraciones neuropsicológicas ni psicopatológicas derivadas de su consumo continuado.

Por último, también se afirma que las pruebas existentes indican que la ayahuasca puede ser una herramienta de utilidad en el tratamiento de las adicciones. Lejos de producir abuso o dependencia, es un factor de protección frente al consumo de drogas.

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Jonhattan Ott, etnobotánico.

Foto ©  Adrián Domínguez

USO ÉTICO.

En palabras de Benjamin De Loenen, el director de ICEERS, uno de los grandes objetivos de esta conferencia ha sido crear un comité de expertos para la regularización de psicoactivos y desarrollar una estrategia para realizar una campaña multidisciplinar internacional “enfocada a promover el uso constructivo, profesional y regularizado de las plantas psicoactivas para el beneficio individual y comunitario. Porque la rápida popularización y aumento del uso de la ayahuasca está plagado cada vez más de prácticas irresponsables, oportunistas, inmorales e ignorantes. Las noticias sobre prácticas inapropiadas y fraudulentas van en aumento faltando al respeto de la tradición indígena y de la práctica profesional. Una de las causas es que apenas existen códigos éticos para su uso que den una moral instructora o un canon de integridad de buenas o malas conductas”.

Precisamente, una de las aportaciones de la Plantaforma a esta conferencia fue la elaboración de un Código Ético, suscrito por varios de los grupos que usan la Ayahuasca en sesiones organizadas, que funcione como una especie de “manual de buenas prácticas” a seguir por parte de los facilitadores de la bebida. Entre estas pautas  destacan los filtros de entrada a las sesiones, con entrevistas personalizadas a los asistentes y seguimiento posterior; la prohibición de la venta, tráfico o especulación con la bebida; el no ofrecer la Ayahuasca como panacea de nada; la protección de las selvas de donde son originarias las plantas y el respeto a la integridad sexual, física y emocional de los participantes.

A este respecto, la propia ICEERS ha hecho público un “Juramento Hipocrático-Ibiza para facilitadores de psicoactivos” en el que se especifica más concretamente los peligros a los que pueden estar expuestos los asistentes a una ceremonia de Ayahuasca poco responsable.

En cualquier caso, AYA2014 supondrá un antes y un después para la adaptación del uso de la Ayahuasca en Occidente. Y, sobre todo, para mostrar al mundo que la planta sagrada no sólo no es una droga sino que forma parte del Patrimonio Cultural Histórico Inmaterial de la Humanidad.

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PARA SABER MÁS:

http://www.aya2014.com/

www.plantaforma.org/

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