Fez es la tercera ciudad de Marruecos, y la más antigua de sus capitales imperiales. La privilegiada situación geográfica de la antigua Hispania Nova, rodeada por fértiles tierras y en el cruce de importantes rutas comerciales propició su crecimiento y su consagración como capital política de Marruecos durante el sultanato Idrissí, el primer reino musulmán que surgió en el Magreb tras la caída del Imperio Romano. Posteriormente volvió a recuperar su capitalidad con los Merínidas en el siglo XIII y por último, bajo el mandato de Moulay Abdallah en el siglo XIX.
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Sepulcro de Mulay Idriss.
FOTO © Francesc Morera
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Fez, patrimonio inmaterial de Marruecos
Por Ana Morales para GEA PHOTOWORDS
Además de ser un importante centro artesano y comercial, Fez ha sido y es la capital espiritual y cultural de Marruecos desde hace siglos, atesorando un rico patrimonio que se mantiene vivo en torno a su fascinante ciudad medieval.
Se dice que Fez heredó lo mejor de los distintos pueblos que la habitaron: la nobleza árabe, el refinamiento andaluz, la ingeniosidad judía y la tenacidad bereber. Hoy día Fez es además de un importante centro comercial y artesanal del país, la capital espiritual de Marruecos, y una orgullosa guardiana de la herencia cultural hispano-morisca. Las huellas de su glorioso pasado junto con la preservación de un rico patrimonio inmaterial hacen de su visita una experiencia fascinante. Porque poco impresionan al visitante los datos históricos cuando cae bajo el hechizo de la ciudad.
La Ville Nouvelle construida por los franceses en los años veinte, con su ordenado trazado urbanístico y amplios bulevares es la antítesis de su laberíntica, abigarrada y fascinante medina, una de las mayores ciudades medievales del planeta conservada casi intacta y la mayor medina del mundo musulmán. Un mundo y un modo de vida que hace siglos desapareció pero que en Fez se puede experimentar porque tras sus murallas atesora como ninguna otra la esencia y la atmósfera de la Edad Media en oriente, hecho que le valió el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad en el año 1981.
Y es que mientras toda Europa languidecía en los años oscuros del Medievo, Fez era un foco de atracción y propagación de la cultura, las artes y el comercio. Una ciudad abierta que florecía poblada por artesanos, eruditos y mercaderes, instruida y creativa. Sigue leyendo →