DETRÁS DE UNA FOTO es una sección semanal de GEA PHOTOWORDS. En ella, reconocidos fotógrafos profesionales, autores emergentes o estudiantes de fotografía, nos comentarán una de sus imágenes. Sus palabras, su mirada, su agudeza y su captura, en definitiva, del binomio espacio-tiempo. Esta semana con Marta Anglada en esta serie dedicada a retratos.
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Foto © Marta Anglada
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«Luna, la protagonista de este retrato, representa el puente entre mis dos mundos: el día a día en Madrid y América Latina. Cada una, por separado, habíamos tenido nuestro primer contacto con América Latina, como voluntarias, en Ecuador. Queríamos conocerlo todo y decidimos viajar juntas a Nicaragua. Nuestra curiosidad por lo local y las raíces y restos del sandinismo nos hizo deambular por todo tipo de sitios y, entre las anécdotas que todo viaje ofrece, acabamos en una casa de artesanos. Una fuerte llama salió del horno de la cocina y quemó la cara de Luna. En el hospital-escuela de León, entre portazos y largas colas de gente, había un ascensor al que había que patalear para que un hombre bajase y te llevase a la sala de análisis.
Todo era ambiguo: le dijeron a Luna que se metiese bajo la ducha durante 20 minutos, le estaban pinchando penicilina y querían hacer análisis de orina porque así era el procedimiento que se llevaba a cabo para cualquier paciente. Pasabas de una sala a otra: calor húmedo, aire acondicionado, calor húmedo. Acababa de llegar un hombre con un disparo a la misma sala y, mientras se mojaba bajo la ducha agarrando la bolsa con el antibiótico que le inyectaban, salió este retrato.
Mis amigos llevan varios años formando parte de un proyecto personal sobre la adolescencia titulado “A medias”. Luna es uno de sus personajes y, sin embargo, este retrato siempre se ha caído en la edición del trabajo y se ha quedado entre los archivos reposando hasta hoy, casi después de tres años.»
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. Marta Anglada es miembro del colectivo de fotografía Arrowphoto. Estudia Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid y ha sido alumna de la escuela de fotografía documental Blankpaper .
Lleva varios años documentando la adolescencia a través de su trabajo “A medias” premiado en las jornadas de fotografía documental de Albarracín. En América Latina ha trabajado como voluntaria en Ecuador y Nicaragua, realizando paralelamente proyectos fotográficos, además de documentar “The gypsy Train”,
un viaje en furgoneta por la carreterra Panamericana.
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