SALVANDO AL LOBO IBÉRICO

Los lobos ya tienen quién los defienda en España. Desde la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, nadie había visibilizado tan bien la defensa de este animal maldito en los cuentos de siempre. Ahora, el naturalista Luis Miguel Domínguez, presidente de la organización `Lobo Marley´, ha encabezado una iniciativa sin precedentes en nuestro país al conseguir más de 140.000 firmas ciudadanas que entregó al Gobierno español hace unos días para pedir su protección. ¿Quién dijo que el lobo no tiene amigos?

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Lobo ibérico.

Ilustración ©  GEA PHOTOWORDS

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Por Patricia García para GEA PHOTOWORDS

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Hacer historia en el activismo ambiental no es fácil. Hay que ser pionero en una iniciativa y alcanzar un objetivo que exceda cualquier expectativa. La organización «Lobo Marley» ¡lo ha conseguido!, al entregar más de 140.000 firmas ciudadanas con el claro objetivo de proteger al lobo ibérico, una especie en peligro de extinción.

La respuesta ciudadana no se ha hecho esperar contra una moción que fue aprobada por casi un centenar de municipios abulenses junto con la Diputación de Ávila, para declarar sus territorios «libres de lobos». A comienzos de 2013, se puso en marcha una petición de firmas en la plataforma «change.org»,  debido a que la caza de esta especie está prohibida al sur del Duero y «Lobo Marley» consideró que la propuesta castellanoleonesa no se enmarcaba dentro de la legalidad.

La Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental, Guillermina Yanguas, recibió personalmente en Madrid, el pasado 10 de mayo, un pendrive con las miles de firmas recopiladas mientras que el día 14, llegaron a Valladolid. No será la última parada. Se pretende que la petición llegue a Bruselas, ya que «es una especie de interés comunitario que no sólo depende del Estado español».

La cara pública de esta iniciativa es el naturalista Luis Miguel Domínguez, presidente de «Lobo Marley», que se siente plenamente comprometido con la causa y afirma que «este cánido imponente, puede ser la solución para amplias zonas rurales en las que asienta sus poblaciones, convirtiéndole en sello de calidad ambiental apreciado por millones de ciudadanos amantes de la naturaleza».

 

IMPOTENCIA O SUPERVIVIENCIA

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Los datos bailan. El número de ataques en 2012 revelado por la Junta de Castilla y León dista mucho del aportado por los sindicatos. Y aunque el sentimiento de impotencia entre los pastores afectados es lógico, una sentencia del Tribunal Supremo obliga a la Junta a indemnizar los daños provocados por los lobos al sur del Duero, y consecuentemente en la provincia de Ávila. Otra finalidad es intentar «reducir al mínimo» el procedimiento administrativo para que la asunción de la responsabilidad patrimonial por los daños «no se prolongue demasiado».

No hace falta irse muy lejos para darse cuenta del valor intrínseco que tiene este cánido. Nuestro vecino, Portugal, alberga más de 300 ejemplares estimados, que están catalogados por la legislación (Ley 90/88, Decreto-Ley 139/90) como «Especie en Peligro de Extinción», y por tanto, gozan del máximo grado de protección legal en el Estado luso.

La fauna salvaje española protegida aparece listada en el «Catálogo Español de Especies Amenazadas». El lince ibérico, el oso pardo, la ballena vasca o el murciélago patudo son mamíferos que figuran en él. Sin embargo, en lo que al lobo ibérico respecta desde una perspectiva legislativa, hay disparidad de criterios y figuras administrativas en función de la Comunidad Autónoma, lo que dificulta su protección patrimonial.

Este mamífero también es venerado en la cultura. Películas como «Bailando con lobos», poemas como «El motivo del lobo» del dramaturgo nicaragüense Rubén Darío, y la famosa frase filosófica de Thomas Hobbes «el hombre es un lobo para el hombre», nos recuerdan su importancia. También está la película de nuestro compañero de GEA PHOTOWORDS  Gerardo Olivares «Entrelobos». Evitar que se extermine mediante su catalogación como especie protegida es el fin de una propuesta que avanza con paso firme, y cada ciudadano puede contribuir a que se convierta en una realidad.

 

LOBO AMIGO

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Desde esta organización se defiende que «El lobo es la solución, no el problema». «Al lobo se le persigue desde las administraciones por racismo zoológico sin argumentos científicos que justifiquen no solo su muerte diaria y premeditada, si no sobretodo la falta absoluta de legislación que consiga de una vez por todas su conservación a ultranza. Se acaba el tiempo y se nos acaban los lobos, y por eso hemos salido a escena, contundentes y decididos. Y todo ello convencidos de que el mundo rural necesita al lobo como valor añadido, allá donde biogeográficamente ambas realidades coincidan. Llega un nuevo ciclo… España se reinventa por obligación y solo el Desarrollo Rural Sostenible implicado en la conservación de la biodiversidad será el que sobreviva», asegura su presidente, Luis Miguel Domínguez.

Domínguez insiste en que Lobo Marley no es una organización ecologista: «No estamos subvencionados y pretendemos implicar de modo personal e individual a cada persona que viniendo del sector económico o social que sea se niegue a perder a esta especie para siempre. Nuestra meta es trazar desde hoy y para siempre, un rumbo común de convivencia y conveniencia entre ganaderos y lobos. Sabemos como hacerlo y tendemos nuestra mano limpia y competente a las administraciones para implantar por el bien de todos la paz en esta guerra absurda y delirante».

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Patricia García García es periodista, licenciada en Economía y en Administración y Dirección de Empresas. También es cofundadora del blog de medio ambiente ‘Cuidemos el planeta Tierra‘.

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