Un alto nivel de vida, una sociedad avanzada y culta y un gran sentido del humor caracterizan a los ciudadanos de Noruega. Viajar a este país nórdico en medio de la crisis económica del Sur de Europa resulta como volar a otro planeta, un lugar donde la gente está contenta con sus políticos, donde el paro es una anécdota y donde dicen vivir bien y `en paz´, rodeándose de naturaleza y de deporte. Incluso a pesar del frío.
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Lofoten, una de las islas de Círculo Polar.
FOTO © Ángel López Soto, miembro de GEA PHOTOWORDS
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Por Cristina Martínez Sacristán para GEA PHOTOWORDS
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Es curiosa la percepción que se tiene de Noruega en España. Muchas personas creen que los noruegos son personas distantes, poco cálidas, que pasan mucho frío e inviernos muy oscuros, y que eso les convierte en potenciales depresivos… y, además, que allí se come mal.
No hay nada como hacer un recorrido por este país nórdico, cuya estampa es un capricho de fiordos e islitas, para constatar que esa imagen tiene muy poco que ver con la realidad. Para empezar, desmitifiquemos que en Noruega no se come bien: con un salmón y un bacalao increíbles, frescos; un sushi exquisito –y económico-, sopas de pescado que entonan, con suculentos tropiezos, así como carnes y verdura autóctonos de alta calidad, sus ricos dulces son un peligro para los kilos de más. Otra cosa es que, en general, comer sea caro, y desde luego beber alcohol. En esta línea, viajar a Noruega puede ser un buen pretexto para dejar de fumar… pero también para recuperar el gusto por la música: al igual que en Reino Unido o Centroeuropa, podrán comprar, por ejemplo, tres cds de Grieg por unos 18 euros. Y es que allí la cultura se disfruta y se facilita con mayúsculas.
Así, se trata de un paraíso para periodistas, ya que la prensa está al alcance exuberantemente, en la cafetería, en el hotel, en el avión… En el tren podemos ver la BBC o la NRK. Los noruegos son silenciosos, y leen con atención y calma, contagiando una sensación de paz.
No es de extrañar que este país poblado hace once siglos por rotundos vikingos resulte caro para los países del Sur de Europa: actualmente es el más rico del viejo continente, y sus impuestos, altísimos, si bien los sueldos medios oscilan desde 2.000 hasta 4.000 euros. Al cambio, ya que sus ciudadanos decidieron por medio de dos referéndums que no querían ingresar en la Unión Europea, y se han montado una sociedad basada en la corona noruega. Una sociedad que disfruta de la inyección que supuso el descubrimiento de petróleo en 1969 y de un sentimiento corporativista que les permite organizarse con perspectiva comunitaria y un subrayado en el capítulo del bienestar social. Sigue leyendo →